lunes, 7 de julio de 2008

Yanapu

Llegará un día en tu vida, joven Yanapu, que todo lo que conoces habrá desaparecido como el sol cuando llega la noche, como la arena de la playa tras la marea, como el humo se desvanece en el aire. Ese día durará más que el más largo de los días sumado a la más larga de las noches y cada instante que pase te sentirás totalmente perdido y abandonado. En ese momento darías lo que fuera por que no hubiera llegado, por retrasarlo una estación o lo que tarda un lago en volver a la tranquilidad tras lanzar un guijarro.
Pero por suerte o desgracia para ti, una vez que ha llegado ese día nada podrá retrasarlo, y con tus deseos de que no estuviera allí únicamente lograrás alargarlo.

Rezarás al espíritu del águila para que guíe tus pasos, rezarás al espíritu de la lechuza para que clarifique tu mente, rezarás al espíritu del lobo pidiendo su fuerza... pero ninguno de los espíritus rezará por ti.
Nada ni nadie podrá ayudarte entonces. Estarás solo frente a ti y sólo tu saldrás derrotado o victorioso.

¿Cómo saber lo que deberás hacer? ¿cómo actuar cuando llegue ese momento? No lo sé, pequeño Yanapu, ni tú lo sabrás hasta ese instante. No sirven los planes, ni los pensamientos escritos en piedra, ni las frases que has escuchado de tus antepasados en tu corazón. Nada que provenga de fuera de ti o de un tú anterior a ese momento servirá de algo.

Ni espíritus, ni hombres ni tus propias sombras.

De hecho la verdadera pregunta para la que tampoco tengo respuesta será: ¿cómo reconocerás ese día?.
La mayor parte lo descubren tiempo después, una vez que pasé y tras dedicar una mirada atrás. Pocos son los que son conscientes de estar viviéndolo.

¿De qué servirán entonces todas mis enseñanzas? ¿por qué te cuento todo esto si nada servirá de nada? Te preguntarás, silencioso Yanapu...
Es terrible conocer a hombres de nuestro pueblo que pasaron por este momento y no han sabido mirar atrás para reconocerlo, o hermanos tuyos que no han sabido reconocer que lo están viviendo y lo alargan durante el resto de su vida, incluso sé de muchos que lo desaprovechan sin mas, dejándolo pasar.

[continuará...]
Emilio

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