domingo, 3 de agosto de 2008

Perspectivas

Me está poniendo muy nerviosa, no lo soporto, alzo la vista y ahí está, la bajo y lo siento en la nuca, guiño un ojo y se mantiene en el otro, los cierro y vuelvo a abrir y no desaparece, y eso la mirada, el olor es peor, ¿es que no se ducha?, humanidad, qué asco, ni los cerdos huelen así, debería haber un detector de salubridad en la entrada, luego dicen, mucha tecnología, mucho control pero lo más elemental se lo pasa todo el mundo por el forro de los.. ag, ni mencionarlo puedo, seguro que la mayoría viene de ahí, si es que lo lleva pintado en la cara, cochino y obseso, fijo, aunque seguro que no se come ni una rosca, qué asco, repito, si es que tiene que resbalar, puedo ver las gotas cómo se resbalan desde aquí, o las oigo, entre carraspeo y carraspeo, voces susurradas y ronquidos disimulados, qué voz más desagradable, cualquiera diría que es Joselito, voz de niño en nuez de hombre, y me repito, lo sé, pero lo peor no es eso, lo verdaderamente inaguantable es que encima se haga de notar, podría quedarse quieto y fusionarse con la pared, perderse por la ventana, ser una estatua maloliente, pero estatua al fin y al cabo, pero no, no para, que si cojo esto y dejo aquello, que si raspo, que si saco, que si meto, que si me levanto, que si me arrepiento, que si me incorporo un ángulo de treinta grados, que si me acerco la mano, que si me la saco, mejor no pensar para qué, aunque da igual, ya lo veo, ya lo huelo, casi lo toco, qué guarrería, y me mira, que sé que me mira cuando lo hace, que otra cosa no, pero a mí no se me escapa ni una, se pensará que soy tonta, cualquier día me levantaré y le diré, a ver tú, qué pasa, tío, pesado, tengo monos en la cara o qué....

Pues yo creo que le gusto, me mira demasiado, no se concentra, hace como que se ajusta las gafas para disimilar, pero qué mal lo hace, y eso que no sé, no me acaba de ir, la raya perfecta, la ropa a juego, para hacerse notar, se creerá que va a la piscina del club de campo o qué, luego dicen, aquí hay que venirse cómodo, sino para qué, yo no me vengo en pijama pues porque todavía estará ahí pegadas las legañas, qué tontita es, por dios, y eso que está buena, que si no, cualquiera, será de las que se pintan el ojo para venir aquí, carpeta de marca y zapatos de tacón cuando toca, luego dicen, acceso restringido, joder, que aquí se viene a lo que se viene y no a lucir palmito, parece mentira, si algunas no superan la infancia, ay, qué bolis tan bonitos, sí, ya ves, me han costado tres euros pero qué colorido, como si los adictos al bic fuéramos unos mendigos, si es que si no yo no puedo, no me concentro, jejeje, nos vamos a tomar un café, no, y toc toc toc, marcando territorio y desapareciendo entre tía, o sea, tía, uff, qué paciencia, madre, qué paciencia, pero lo peor, repito, es que no deje de mirarme, si es que me dan ganas de golpear la mesa con el puño, se acabó, arrastrar la silla hacia atrás, si se hace, se hace bien, e ir y decirle, a ver tú, tía, pija de mierda, se puede saber qué te pasa conmigo, aquí se viene a lo que se viene, o tú que te has creído, niña...

Junio universitario. La biblioteca.
Vicky

No hay comentarios: