martes, 30 de diciembre de 2008

Ahuyentando el destino

Hay días que pesan.
Pesan tanto como a Sísifo su piedra,
Como al condenado a la galera,
Como al encadenado a la barra de un bar.
Y decía Maná.

La locura del minuto intenta atraparme
Lo conseguirá más tarde que temprano
Porque estoy destinado a ello
Desde la primera probeta de Kwak.

No quiero pensar en cuando muera
Y me arrepienta de lo que no viví
Porque no hay vuelta atrás que valga
Ni me llene estos silencios
Que me niego a discutir.

Menos mal que llega la Champanada
Y la juventud del Gaudeamus
Goliardos sin rima, Clérigos de arrobas,
Cantaremos desafinando sin conjugar un verbo
Aullando, nos sentiremos eternos, nos creeremos la duda.
Vicky

viernes, 26 de diciembre de 2008

El viaje

Miró hacia abajo, esforzándose por ver que le esperaba al final del viaje aunque no sabía que le esperaría, nadie había regresado para contarlo y nadie le había explicado en qué consistía: solo sabía que era un viaje obligado, algo a lo que había estado aguardando desde su generación.

Miró a su alrededor, sus demás amigos estaban a su alrededor. Ellos también habían emprendido su viaje. Sentía consuelo al saber que no estaba solo, que estaba acompañado. No podía ver sus rostros pues en ellos no se reflejaba nada pero sabia con seguridad que el miedo y la curiosidad les atenazaba de igual forma que a él mismo.

Miró hacia arriba, un destello de luz le hizo refulgir en la oscuridad de la noche. Eran las estrellas que empezaban a despertar para iluminar su camino. Observó que lo hacían despacio, incluso con timidez y curiosidad, temblando con la fría caricia de su transitar. Seguramente hacía mucho tiempo que no veían a un grupo tan grande.

Miró de nuevo a su alrededor. Empezaba a ver las luces de la ciudad, la silueta de los edificios protegiendo y cobijando a los que allí habitaban. Tras las ventanas se vislumbraba el rostro de curiosos, de niños sonriendo que señalaban al cielo. No podía haber imaginado nunca una bienvenida mejor.

Miró hacia arriba deslumbrado por el sol, arduo enemigo. No recordaba cómo había llegado hasta allí. En su mente aún permanecían las caras felices de los niños pero nada más. A su alrededor estaban todos sus compañeros. Se unían entre sí atemorizados por lo que les iba a pasar. La muerte aguardaba y no se resignaban a caer entre sus brazos tras haber visto tanta belleza aunque hubiese sido en tan corto periodo de tiempo.

Miró a la gente que poco a poco se había ido acercando a ellos, unos con rapidez, otros con cautela pero todos sonreían y los miraban como si no pudiesen creer que estaban allí. Entonces entendió que todo había merecido la pena, el viaje había hecho feliz a la gente y él y sus compañeros esperarían a desaparecer oyendo las risas y siendo parte del juego de aquellos niños.
Vanesa

sábado, 20 de diciembre de 2008

Primer borrador

Un ritmo que no se detiene
¿Poesía o no poesía?
Me da igual, no es la vida que
Esa la mía la tuya la ajena
Intertexto de Biblia descompuesta
En la que nos aparecen y nos borramos
Dicen que hay marcha atrás


(Salmos)(de)(para)
Los que no lo necesitan
Estos que nunca se han perdido
Extraviado o ensombrecido
versos fáciles rimas autocomplacientes
(pausa) (aspiro)
Los felices
Vicky

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Teoría del... BUSCATE LA VIDA

La exigencia de los plazos me oprime. El tiempo pasa y me siento culpable de tener retenido esta secuencia de puntos mientras minuto a minuto se construyen los días.
Esta desagradable sensación me hace revolver en armarios y antiguas conversaciones en busca de algo que no desentone y poder dejarlo en estas páginas.
De pronto, unas palabras me dieron una pista: buscate la vida.
Sabía que había escrito alguna vez algo alrededor de aquellas tres palabras. Y, sin muchos problemas, he encontrado el origen y destino de lo que entonces llamé (y hoy llamo): teoria del... BUSCATE LA VIDA

Y es que el "Buscate la vida" es una respuesta aparentemente muy borde a cualquier pregunta...

Pregunta: Perdone, ¿tiene hora?
Respuesta: Buscate la vida

P: ¿Cual es su nombre?
R: Buscate la vida

P: ¿Estudias o trabajas?
R: emm... buscate la vida

"Buscate la vida"... la borde-respuesta universal.

Sin embargo yo quiero dar un nuevo valor a esa respuesta, pero no tanto para decirsela a los demás (que no hariamos otra cosa que ser bordes con la pobre gente que nos rodea), sino para repondernos a nosotros mismos a preguntas que nos planteamos nosotros mismos.

Porque puede que merezca la pena que nuestra primera respuesta a cualquier problema sea, al menos, gastar un minuto en buscarnos la vida.

En serio, plantearoslo... para cualquier tarea que tenemos que realizar en tu trabajo(por poner un ejemplo), ante cualquier problema que surge en el día a día, ¿cual es nuestra actitud?: pasiva a la espera que nos respondan una pregunta (que a veces ni planteamos) o activa... incluso proactiva "buscandonos la vida".

Se abre el turno de debate...

Emilio